domingo, 23 de enero de 2011

Un placer...




Pensó que era un sueño, pensó que iba a tardar mucho en querer despertar. Sin embargo, al asomarse el sol entre las olas lo notó. No estaba sola, no era un sueño. En menos de un segundo se acordó de todo. Allí estaba, por fin, lo que tanto había deseado.

¿Existe el destino? No lo sabía y sigue sin saberlo, pero no le preocupa por qué, ni cómo, ni dónde, ni cuándo. La clave está en disfrutar el momento... Y lo hace. Y es más feliz de lo que nunca podía esperar. ¿Importan ya los malos ratos? ¿Cómo iban a importar cuando todo ha salido tan bien?

Le cuesta decir adiós. Después de tanto tiempo, cuesta. Mejor un “hasta pronto”. Y si pensaba que despertar a su lado sería cosa de meses, el hasta pronto deja un sabor dulce en los labios. No iban a ser más que unos días...

Se encontraban solos, frente con frente, y con un susurro dijo:
- Hola.
Y todo volvió a empezar.
- Creo que yo también podría... de ti...
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